Una mujer va a una "reunión" con sus amigas y le promete al marido que volvería a las 12 de la noche. Como la reunión estaba buena y estaba tomando, se le fue la hora y llega a su casa a las 3 de la mañana totalmente borracha.

Acababa de entrar y el reloj cucú hizo ‘cu-cu’ tres veces. Al darse cuenta que su marido se iba a despertar por ese sonido, gritó “CU-CU’” otras 9 veces más… Se sintió tan orgullosa y satisfecha por haber tenido de pronto, aunque borracha, una idea tan buena para evitar una pelea con su marido que se acostó de lo más tranquila pensando en lo inteligente y lista que era.

Temprano por la mañana, durante el desayuno, el marido le pregunta a qué hora había llegado y la mujer le contesta que había llegado a las 12, tal y como le había prometido. Él, de momento no dijo nada, ni me pareció desconfiado.

- Me salve!!!- pensó.

Entonces él dice:

- Por cierto… debemos cambiar nuestro reloj cucú.
- SÍIII? ¿Y por qué, mi amor?
- Bueno, anoche el reloj hizo ‘cu-cu’ tres veces... luego, no sé cómo, gritó “¡¡mierda!!”... después hizo ‘cu-cu’ cuatro veces más, vomitó, hizo “cu-cu” otras tres veces... se cagó de la risa, y otra vez hizo ‘cu-cu’ dos veces. Salió corriendo, pisó al gato, rompió la mesita de la esquina de la sala, se acostó, se tiró un pedo y se durmió.