El duque de Windsor es invitado a tomar té al palacio de la condesa de York. Al llegar, Perkins el mayordomo, le abre la puerta y le ayuda a quitarse el abrigo y lo lleva a guardar.

- Buenas tardes, condesa. Es un verdadero placer verla. Cada día usted más hermosa.
- Buenas tardes, duque. Usted siempre tan caballero. Es para mí un honor que haya aceptado mi invitación.
-Por favor, no podría ser de otra manera, el honor es mío.

Cuando estaban tomando el té, junto a unas amigas, la condesa propone jugar a las adivinanzas. Todos están de acuerdo y comienzan las mujeres, teniendo que adivinar el duque.

- Bueno, ¿sobre qué le preguntamos?- pregunta la dueña del castillo.
- Ya sé, sobre la yegua negra de la condesa- dice una amiga.
- A ver, duque, adivine: es negra y suave, pero cuando se le toca mucho se para y se vuelve brava y salvaje.
- ¡Un pito!- responde rápidamente el noble.

- ¡Oh, es usted un mal educado! ¡Cómo se le ocurre!- se ofenden las amigas.
- ¡Perkins, por favor, traiga el abrigo del duque porque se retira!- grita la aristócrata mujer indignada.
- ¡Oh, no, discúlpeme! No sé qué me pasó. ¡Por favor, damas, denme otra oportunidad!- suplica el caballero agarrándose la cabeza.
- Bueno, por esta vez lo disculparemos, pero que no se repita.

Las mujeres vuelven a debatir y deciden preguntar por una ‘collette’ para el pelo.

- Duque, aquí va la nueva adivinanza: es redonda, entra hasta llegar al tope y les encanta a las mujeres. ¿Qué es?
- ¡Un pito!
- ¡Oh, esto es terrible, no lo podemos creer! ¡Es inadmisible, imperdonable! ¡Perkins, traiga el abrigo del duque que se retira!- grita nuevamente la condesa.

- ¡No, por favor, disculpen mi mala educación!. Seguramente se debe al largo viaje. Nunca antes me pasó algo así. Pido disculpas a las damas presentes y juro no se volverá a repetir”.
- ¡Será la última vez que soportemos una grosería semejante!- responde la condesa muy seria.

Nuevamente se reúnen para decidir cuál será la palabra que deberá adivinar el duque y eligen ‘una galleta en una taza de leche’.

- Duque, ésta es su última oportunidad: entra dura y desafiante; sale blanda y chorreando leche. ¿Qué es?
- ¡Perkins, tráigame el abrigo, eso si es un pito, aquí y donde sea!