Un amigo le dice a Jaimito que los mayores siempre guardan secretos inconfesables y que por tanto es muy fácil sacarles dinero simulando que uno sabe algo. Jaimito decide hacer la prueba con su padre, se acerca mientras lee el periódico y le dice al oido:

- Lo se todo…
El padre se asusta y le dice rápidamente:
- Bueno Jaimito… cállate… toma 100 dólares y no se lo digas a nadie.

Contento con su maldad decide probar con la madre:
- Mamá, acabo de enterarme, lo se todo…
Asustada la madre le dice:
- Toma Jaimito 300 dólares y no se lo digas a nadie por favor.

Llaman a la puerta y sale Jaimito a contestar, cuando ve al cartero le dice:
- Lo se todo…
Entonces el cartero, con lágrimas en los ojos abre los brazos diciendo:
- ¡Hijo mio!