La casa es chica, pero el corazón es grande
miércoles, agosto 13, 2008
Lo dijo: Mozz
Un hombre vivió nueve años en un casillero de una estación de tren
Un alemán de 29 años vive desde hace nueve en un casillero de la estación central de trenes de Düsseldorf. Los responsables de la empresa de ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn están muy molestos por era situación.
Según publica hoy el popular "Bild", el hombre de 1,68 metros de altura y 55 kilos, duerme casi a diario en un casillero metálico, que mide 50 centímetros de ancho por 60 de alto, y cuenta con una profundidad de apenas 90 centímetros.
Mike K., declara que fue encerrado dos veces en el casillero por unos adolescentes. "Empecé a asfixiarme dentro, pero por suerte volvieron a abrirla", recuerda despreocupado.
Los servicios de seguridad de la estación lo sorprendieron durmiendo en ese lugar hasta en doscientas ocasiones y, tras las repetidas demandas por parte de la Deutsche Bahn, ahora podría enfrentarse a una condena de nueve meses de prisión.
Al parecer, Mike K. tiene adicción a las drogas, es portador del VIH y padece hepatitis, por lo que, a juicio de su defensor, "debería recibir tratamiento pero no ser penado".
Sobre cómo llegó a parar al casillero de la estación, Mike K. explica que cuando su novia, una estudiante de arte, le dejó, la tristeza y la desesperación le llevaron a las drogas.
Un alemán de 29 años vive desde hace nueve en un casillero de la estación central de trenes de Düsseldorf. Los responsables de la empresa de ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn están muy molestos por era situación.
Según publica hoy el popular "Bild", el hombre de 1,68 metros de altura y 55 kilos, duerme casi a diario en un casillero metálico, que mide 50 centímetros de ancho por 60 de alto, y cuenta con una profundidad de apenas 90 centímetros.
Mike K., declara que fue encerrado dos veces en el casillero por unos adolescentes. "Empecé a asfixiarme dentro, pero por suerte volvieron a abrirla", recuerda despreocupado.
Los servicios de seguridad de la estación lo sorprendieron durmiendo en ese lugar hasta en doscientas ocasiones y, tras las repetidas demandas por parte de la Deutsche Bahn, ahora podría enfrentarse a una condena de nueve meses de prisión.
Al parecer, Mike K. tiene adicción a las drogas, es portador del VIH y padece hepatitis, por lo que, a juicio de su defensor, "debería recibir tratamiento pero no ser penado".
Sobre cómo llegó a parar al casillero de la estación, Mike K. explica que cuando su novia, una estudiante de arte, le dejó, la tristeza y la desesperación le llevaron a las drogas.
Via: Minuto Uno
Yo me estoy por comprar un departamento de dimensiones similares.. después les cuento.
(Gracias Morochi de nuevo!!!)
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13 agosto, 2008
Se me ocurre: Si lo meten preso y va a parar a una celda de 2 x 2... para él va a ser un lujo!!!
14 agosto, 2008
JajaJAAJaa... totalmente!!! Capaz que eso es lo que estaba esperando!